A Diego Moreno ha sido
favorable la Fortuna,
pues que le vemos subido
en los cuernos de la luna.
Remendón solía ser,
mas como ya tiene hacienda
no ha querido más coser;
y mandó cerrar su tienda
y abrir la de su mujer.
Mas como siempre le ha sido
favorable la Fortuna,
amigos le han persuadido
que se tenga bien asido
a los cuernos de la luna.
Él tiene por gran bajeza
-y téngole por sesudo-,
vivir con tanta pobreza,
pudiendo (con gran llaneza)
ser rico, siendo cornudo.
Porque en la vida molesta
que tuvo desde la cuna,
vio que estaba su fortuna
y, toda su dicha, puesta
en los cuernos de la luna.
Es de tanta calidad
y tiene tan alto ser,
y es de tanta majestad
que perdona a su mujer
una y otra liviandad.
Y así, siempre, se desvía
y se arrima a una columna;
y está, la noche y el día,
mirando la astrología
en los cuernos de la luna.
Como ha venido a alcanzar
y a tener muchos ducados,
con oír, ver y callar,
de pellejos de venados
trae ropa de levantar.
Y con este señorío,
que a su persona repugna,
conoçe por su albedrío
si lloverá o hará frío
en los cuernos de la luna.
Diego Moreno es uno de los personajes del folklore con mayor eco en la literatura de los Siglos de Oro (Timoneda, Quevedo, Trillo, Cervantes) y, como demuestra nuestra base de datos (Buscador: “Diego Moreno”) con frecuencia el componente erótico es fundamental en la definición y caracterización del personaje.