¡Agua, dalde agua,
que [e]l fuego está en la fragua!
Estábase la moza
despaldas en el lecho,
las piernas abiertas,
y, mirando al techo,
dice con despecho:
“¡Agua, dalde agua,
que [e]l fuego está en la fragua!”
De rato a ratillo
toda se brincaba;
con gesto amarillo,
de dolor sudaba;
con pasión llamaba
“¡Agua, dalde agua,
que [e]l fuego está en la fragua!”
Toda se comía
en grande manera,
que [e]l dedo metía
por la hurgonera.
Llorando decía,
con voz lastimera
“¡Agua, dalde agua,
que [e]l fuego está en la fragua!”
La burf!,onera, aquí, designa metafóricamente lo mismo que la mella
del v. 28. Palabra no registrada por los diccionarios, que sólo dan
(Alzieu, Jammes): hurgonero: <>. Rafael Salillas admite, para esta última palabra, la raíz hurgar « en sentido rufianesco >> (El delincuente español. El lenguaje, p. 86 a 292).