Dale si le das,
mozuela de Carasa;
dale si le das,
que me llaman en casa.
Una mozuela de Logroño
mostrado me había su co…
po de lana negro que hilaba.
Dale si le das,
mozuela de Carasa,
dale si le das,
que me llaman en casa.
Otra mozuela de buen rejo
mostrado me ha su pende
con que ella se pendaba.
Dale si le das,
mozuela de Carasa,
dale si le das,
que me llaman en casa.
Otra mozuela, Teresica,
mostrado me ha su cri…
atura que llevaba bien criada.
Dale si le das,
mozuela de Carasa,
dale si le das,
que me llaman en casa.
Por virgen era tenida,
mas cierto ella estaba bien ho…
yosa de viruelas la su cara.
Dale si le das,
mozuela de Carasa,
dale sí le das,
que me llaman en casa.
Pidiérame de comer,
yo primero la quisiera ho…
rrar un sayuelo que llevaba.
Dale si le das,
mozuela de Carasa,
dale si le das,
que me llaman en casa.
Yo subiérala en un mulo,
mostrado me había su ojo de cu …
clillo que llevaba en su jaula.
Dale si le das,
mozuela de Carasa,
dale si le das,
que me llaman en casa.
Ella por subir muy quedo
soltósele un gran pe …
dazo de pan que llevaba en su halda.
Dale sí le das,
mozuela de Carasa,
dale sí le das,
que me llaman en casa.
Y ella me mostró un rendajo,
yo atestéle mi ca…
peruza colorada para la baila.
Dale sí le das,
mozuela de Carasa,
dale sí le das,
que me llaman en casa.
La obscena canción de la «moçuela de Logroño» debió tener una cierta difusión en la tradición folklórica del Renacimiento, porque, según Margit Frenk, fue aludida, mencionada o evocada por Francisco Delicado en su Lozana andaluza, por Francisco de Salinas en De música libri Septem, y por Luis de Milán en El Cortesano (2). Carlos H. Magis utilizó el término de «falso eufemismo» para denominar el recurso en que se basan este tipo de canciones -sin citar esta vieja, sino otras modernas de las que más adelante reproduzco alguna- que no buscan «disimular expresiones demasiado contundentes y vulgares; al contrario, se busca sugerirlas, traerlas a la memoria en los casos en que llamar las cosas por su nombre resultaría únicamente una ramplona grosería» (3). Keith Whinnom, a propósito del uso de los recursos parecidos en el adivinancero antiguo y en la poesía cancioneril, se ocupó también de esta técnica que él llamó de «defraudación del lector» (4). Daniel Devoto la ha puesto en relación con un refrán del Vocabulario del maestro Correas («En Logró, al nezio le falta el kó» (5) ) y con la canción italiana de La Zotta, documentada a partir de 1440: «E la zotta stá nul muro / e la mi mostra el cu el cu: el cucho de so mari, etc.» (6). Pierre Alzieu, Robert Jammes e Yvan Lissorgues han señalado que «la técnica de la rima interrumpida, que sugiere una palabra escribiendo otra… [es un] procedimiento… frecuente en francés, en canciones de este mismo tipo» (7). Y Eduardo Martínez Torner ha señalado también, a propósito de nuestra canción, que «son muchas las canciones picarescas de hoy que tienen como primer verso “Una muchacha de Logroño…”, terminando el segundo con la palabra interrumpida en la versión antigua» (8).
El recurso poético que informa nuestra canción, y que yo, basándome parcialmente en la terminología de Whinnom, llamo de «defraudación obscena» porque se basa en el engaño de las expectativas del receptor del poema cuando espera una voz o concepto obsceno que finalmente se sugiere por el contexto y por la rima pero no se formula, es efectivamente bien conocido en nuestra tradición poética. A veces asociado a la alusión tópica a «mozas de Logroño» y otras veces no.
PEDROSA, José Manuel “MOZAS DE LOGROÑO Y DEFRAUDACIÓN OBSCENA EN EL CANCIONERO POPULAR: DEL CANCIONERO MUSICAL DE PALACIO AL FOLKLORE MODERNO”, Revista de Folklores,Revista número: 153 Año: 1993 Páginas en la revista: 75-82
Uso de la rima interrumpida, característica por sugerir una palabra y, sustituirla en última instancia, por otra fonéticamente semejante.