Señora cama, ¿en qué habéis vos hallado
que habéis de estar contino murmurando,
cuando en vuestro regazo está gozando
la hermosa dama de su enamorado?

¿Tenéis acaso disgusto, enfado,
que estáis lo que ellos hacen escuchando?
¿O vais a sus acentos murmurando,
como a la voz el eco en verde prado?

¿Reñís porque os hacen picotera?
Pues no os componen para estar compuesta,
sino para mejor descomponeros.

Guardaos, pues, no ganáis por ser molesta,
que os den trato de cuerda de manera
que reventéis y no podáis moveros.

Señora cama, ¿en qué habéis vos hallado
que habéis de estar contino rechinando,
cuando en vuestro regaçz está gozando
su hermosa dama el fiel enamorado?

¿Tenéis acaso de su gusto enfado,
que estais lo que ellos hazen murmurando?
¿O vais a sus acentos remedando,
como a la voz el eco en hondo prado?

¿Gruñis vos porque os dan en picotera?
Pues no os componen para estar compuesta,
sino para mejor descomponeros.

Guardaos, pues, no gruñáis, no seáis molesta,
no os den trato de cuerda, y de manera
os aprieten que no podais moveros.

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Señora cama, ¿en qué habéis vos hallado
Señora cama, ¿en qué habeis, vos, hallado
que habéis de estar continuo murmurando,
cuando en vuestro regazo están holgando
hermosa dama y dulce enamorado?

¿Tenéis acaso de su gusto enfado,
que estáis lo que ellos hacen remedando,
o vais de sus acentos replicando
como la voz del eco en hondo prado?

Gruñís porque os des[h]acen, picotera,
pues no os componen para estar compuesta,
sino para mejor descomponeros.

Guardad, pues no ganéis por ser molesta,
que os den trato de cuerda de manera
que reventéis y no podáis moveros.

[Fuente: Roma. Biblioteca della Accademia dei Lincei. Ms. Corsini, n. 970, ff. 177r-177v]