Hállase el alma mísera y perdida,
corriendo cuidadosa tras el vicio,
y a veces, si es sobrado el ejercicio,
priva de la salud y de la vida.
Daña al cuerpo si es mucha la comida,
que el ser glotón no viene por oficio
y al celebro, que tiene más juicio,
lo postra por el suelo la venida.
De mucho amar se vuelve un hombre loco,
la paz a veces se convierte en guerra;
gobierna mal quien no rige con orden.
En el que mucho gasta, todo es poco:
quien habla mucho, muchas veces yerra,
que aquestos males causa la [sic] desorden.
Para exégesis recomiendo que se tenga en cuenta la siguiente bibliografía (que por supuesto espero que entre todos complementemos):
Hutchinson, Steven, “El ars erotica de Fray Melchor de la Serna”, en Literatura y transgresión, Diálogos hispánicos, 24 (2004), pp. 151-168.
Aspectos del discurso erótico en la poesía del dieciséis