Primero es abrazalla y retozalla,
y con besos un rato detenella.
Primero es provocalla y encendella,
después viene el deleite de gozalla.
Primero es por fuerza arremangalla,
metiendo piernas entre piernas della.
Primero es acabar esto con ella,
después viene el contento de gozalla.
No hacer, como acostumbran los casados,
más de llegar y hallar aparejado,
de puro dulce, creo, que da dentera.
Han de ser los contentos deseados;
si no, no dan placer ni valen nada;
que no hay quien lo barato comprar quiera.
Lustonó se lo atribuye a Quevedo
Véase también en esta base de datos, el soneto “Primero es besalla y retozalla”.