EJEMPLO/S
-¡Oh nabo de mi contentó,
bendito el que os ha criado,
y bien haya la simiente
de que fuistes engendrado!
Echaros he en mi puchero,
entero y sin quebrantaros,
y para que no os peguéis,
procuraré menearos.
No quiero para mi olla
más especies ni recados;
sólo, para daros gusto,
os echaré dos garbanzos.
Y para que florezcáis
os iré yo regalando,
y os regaré algunas veces
con el agua de mi caño.
Deja tu comentario