Déjeme cerner mi harina,
no porfie, déjeme,
que le enharinaré.
Déjeme con mi embarazo,
no quiera descomponerme,
que temo que ha de romperme
la tela de mi cedazo.
No quiero esperar su abrazo,
aunque me muestre afición,
porque puesta en ocasión,
lo que las demás haré.
Déjeme, &c.
Es delicada la artesa,
y las varillas y todo,
y aunque yo más lo acomodo,
se caen los pies de la mesa.
Déjeme que estoy de priesa,
y el agua tengo en el fuego,
y si no le acudo luego,
se vertera por mi fe.
Déjeme, &c.
Deje que vacie el salvado
para volver a cerner,
no sea tan porfiado,
vaya busque las de estrado,
las de garvín y copete:
que yo buscaré un bonete,
y con el me entenderé.
Déjeme cerner mi harina,
no porfie, déjeme
que le enharinaré.
Deja tu comentario