Llora la viuda,
y el sacristán la saluda.
Ella dice: —¡Ay, señores!
Y él: —Mujer, no llores.
Ella dice: —¡Ay, mi malogrado!
Y él: —Sed libera nos a malo.
Llora la viuda,
y el sacristán la saluda.
Ella dice: —¡Ay, señores!
Y él: —Mujer, no llores.
Ella dice: —¡Ay, mi malogrado!
Y él: —Sed libera nos a malo.
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