EJEMPLO/S
1. Ay, Juana, su ardiente fuego
ha puesto en ti el Niño ciego,
pues tu donaire y sosiego
hacen arder en el agua
los corazones de acero.
2. pero no es tu culpa leve,
pues cuando mi parte bebe
la tuya haciéndose astillas,
y a las nalgas y rodillas
responden la cama y tabla,
tú callas, tu parte habla
con aguanoso torrente;
y
¡Agua, dadle agua,
que el fuego está en la fragua!
3. me espanta que tengáis pila
sin gota de agua bendita,
si es todo vuestro regalo
el capón que cacarea,
hisopo largo de aldea,
sin barbas y a todo palo.
4. Al son del rumor sabroso,
y al rechinar de las aguas,
me dijo mi niña a voces:
Traidor, ¿para qué te tardas?
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