EJEMPLO/S
Quien goza de tu ardiente delantera
es un alfiletero. ¡Qué diablura!
Por tiesa te deleita la madera
y por escurridiza la pintura;
poca es la leña para tanta hoguera;
si a un palo le regalaras tal dulzura
y con él hoy tu sexo así se huelga,
¿qué haré yo con la carne que me cuelga?
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