EJEMPLO/S
1. No me quejo, Gila, yo
de que me hayas olvidado,
sino de haberme calzado
zapato que otro dejó.
2. La mujeres ancianas
quiérolas mucho,
que de puro arrugado
calzan muy justo.
3. Me mandaste a decir,
con el criado de casa,
que te hiciera unos zapatos,
que te tenían descalza.
Y yo te mandé decir,
con el mismo mensajero:
busca, niña, quien te calce,
que yo no soy zapatero
4. si de su bel grado
a muchas calcé,
ahora ¡ qué haré !
5. los pies tan pulidos,
que para calzarme
pruebo mil zapatos,
ninguno me cabe.
Y acabo con esto
de decir mi talle,
con que a todas pienso
de rondar la calle;
si al cabo de esto
alguna gustare
de mis hinchazones,
venga a desmembrarme,
6. Las que a mi tienda se llegan,
como es negra conocida,
mientras tomo la medida,
con la maestrilla juegan;
y que las calce me ruegan
apretado, provechoso.
Deja tu comentario