EJEMPLO/S
1. Como la luz del candil
muy poco o nada lucía,
atizándola tenía
suspensiones más de mil;
tome el cabo de badil
y metiéndole en el fuego,
como me abrasase luego,
fue grande la alteración.
2. Por muy apuesto que sea,
no arde el candil sin mecha;
y el que bien justar desea,
si bien no enristra y rodea,
no hará cosa derecha.
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