EJEMPLO/S
1. ¡Tú sí que gozarás mi paraíso!
¿Qué paraíso? Yo tu coño quiero,
para meterle dentro mi carajo.
2. ¿Cómo que el brazo cuando quiero bajo
y que levanto cuando quiero un dedo,
y sólo cuando quiero nunca puedo
hacer que se levante mi carajo?
3. La monjita, si es discreta,
cuando va al confesionario,
presenta su tafanario
a la rejilla secreta.
Hácele allí la puñeta
con el dedo el confesor,
o si se puede (¡mejor,
aunque sea con trabajo!)
húrgala con el carajo,
mientras ora con fervor.
4. El carajo es la lanza,
el coño escudo,
los cojones tambores,
trompeta el culo
5. Pues no menos, por potencia,
está el coño en el carajo
Y en el coño se consuma,
pleito, costas y trabajo,
hasta que salte la espuma
por la punta del carajo.
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