EJEMPLO/S
Melchorilla, yo no puedo
siempre que te veo arrechar,
que no se puede mandar
el ciruelo con el dedo.
Yo doy que el besugo escames
con mano blanda y la hiles,
y que con la voz la afiles
y por su nombre la llames.
Fui al pajar,
la tiré en el suelo,
la levanté las sayas
y la metí el ciruelo.
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