EJEMPLO/S
1. Ella responde, con donaire y brío,
más abajo del ombligo señalando:
El fuego tengo aquí, que calentando
me está más que no el sol por el estío.
2. Dícenme que el ocio
tiene de matarme,
y que con sangrarme
mi salud negocio,
que es muy buen socrocio
para mal de madre.
Que me muero madre,
¡barbero y comadre!
Que me sangren, digo;
y aunque sean penosas
échenme ventosas
debajo el ombligo
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