G. ¿Qué hacéis, boticaria mía?
B. Atutía.
B. Atutía.
G. Señora, vengo informado…
B. Sepamos de qué, señor.
G. De que mejor que un dotor
curáis un enamorado.
B. ¿Estáislo vos? G. Abrasado
en fuego en que me quemáis.
B. Si os quemo, ¿por qué tembláis?
G. Dame el veros perlesía.
B.¡Ah tu tía!
B. Sepamos de qué, señor.
G. De que mejor que un dotor
curáis un enamorado.
B. ¿Estáislo vos? G. Abrasado
en fuego en que me quemáis.
B. Si os quemo, ¿por qué tembláis?
G. Dame el veros perlesía.
B.¡Ah tu tía!
A fe que os tire otra vez
la spátula, don villano.
G. ¡Oh, quién os viese en la mano
la mano del almirez!
la spátula, don villano.
G. ¡Oh, quién os viese en la mano
la mano del almirez!
Vos venís hecho una hez.
G. Dos mil heces lo hiciera,
si Vuestra Merced quisiera
dejárselo hacer un día.
B. ¡Ah tu tía!
G. Dos mil heces lo hiciera,
si Vuestra Merced quisiera
dejárselo hacer un día.
B. ¡Ah tu tía!
G. Hacé un rato diaquilón,
no hagáis tanto atutía.
B. Señor, por vida mía
que os vais por un fanfarrón.
G. Pues, decidme en conclusión,
por que vaya consolado,
qué me pondré en este lado
donde este mal se me cría.
B. Atutía.
no hagáis tanto atutía.
B. Señor, por vida mía
que os vais por un fanfarrón.
G. Pues, decidme en conclusión,
por que vaya consolado,
qué me pondré en este lado
donde este mal se me cría.
B. Atutía.
Sepamos a qué se llega.
G. A deciros que miréis,
que como yo no hallaréis
quien haga la girapliega.
B. Deso a mí ¿qué se me pega?
G. Pegarse os ha en pocas veces
un pesar de nueve meses
con cien años de alegría.
B. ¡Ah tu tía! ¡Ah tu tía!
G. A deciros que miréis,
que como yo no hallaréis
quien haga la girapliega.
B. Deso a mí ¿qué se me pega?
G. Pegarse os ha en pocas veces
un pesar de nueve meses
con cien años de alegría.
B. ¡Ah tu tía! ¡Ah tu tía!
Deja tu comentario