Bien entiendo, Inés amiga,
aunque callo y disimulo,
que alguien os fuerza y obliga
hasta dar con vos de culo,
y a las veces de barriga.
Y si esto, Inés, es verdad,
podéis, por curiosidad,
con un palico de esparto
contar hasta el verso cuarto,
y al cabo de él me besad.
Deja tu comentario