Contra ciertos hombres, a quienes moteja de afeminados
Hay entre Carrión y Tordesillas,
en Castilla la Vieja, dos lugares
de dos vecinos tan particulares,
que en su particular tienen cosquillas.
Todos son arrabales estas villas,
y su término todo es olivares;
sus campos escarchados, que a millares
producen oro y plata a maravillas.
Ser quiere alcalde de una y otra aldea
Gil Rabadán, pero reprocha alguno
que aprieta a los rabeles el cerrojo.
Por justo y por rebelde es bien lo sea,
porque le des lo tuyo a cada uno,
y les metas la vara por el ojo.
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