Juana, pues que no dais cabo
al tormento en que me veis;
y, de ordinario, volvéis
a mis lástimas el rabo.
Temo que queréis dinero;
si es cierto lo que refiero,
bien podéis de aquí adelante
bésarme en el consonante,
que tiene el verso primero.
Deja tu comentario