Reprehendo el autor a un viejo, porque se casó con una mochacha
Mal viejo desvariado,
caduco montón de tierra,
al postrer tercio cansado,
diz que os habéis desposado
estando blanca la sierra;
y queriendo tal hacer,
hay tanta desigualdad
que tomastes por mujer
a quien podriedes tener
por vuestra nieta en edad.
Es un caso monstruoso,
muy admirable y extraño,
tener niña por esposo
un viejo tan gargajoso.
Muy notable fue el engaño!
Porque, bien vista la edad,
es justo que en menosprecio
alegue, como es verdad,
ser en más de la mitad
engaño del justo precio.
No tenéis diente ni muela,
y estando de canas lleno
al mantener de la tela
menester habréis espuela
más que no tirar del freno.
Ya ni bastarán piñones,
ni huevos frescos asados,
pues que tenéis los bolsones,
el reclamo y compañones
como fuelles arrugados.
Y pues no podréis cumplir
con ella tan a menudo,
está cierto sin mentir
que ya no podréis huir
ni escapar de ser cornudo.
Y aunque la triste ha llegado
al escurrir de la hez,
estaréis desconfiado
y ya muy desahuciado
de casaros otra vez.
Porque ya, según natura,
es la vida tan escasa
y el vivir tan poco dura,
que está ya en la sepultura
quien de cincuenta años pasa,
cuanto más si de setenta
con su diezmo, como vos.
Y, andando en aquesta renta,
hallaréis por vuestra cuenta
que presto seréis con Dios.
Y así, queriendo cumplir
con ella, siendo imposible,
procuraréis insistir,
por do vengáis a morir
que es cosa más contingible.
Pero también se me entiende
que me podréis alegar
aquel vulgar que os defiende:
si el pajar viejo se enciende,
diz que malo es de apagar.
Mas puédese responder
muy breve sin pesadumbre,
para haberse de encender
era cierto menester
de vuestra parte más lumbre.
Vuestro hecho es ya toser,
gargajear y groñir,
mear, cagar y peer,
así que, a mi parecer,
se podrá por vos decir:
Aunque soy viejo cuitado,
mis tres vegaditas hago.
Para quitar el deseo,
antes que me acueste meo,
estando en la cama, peo,
cuando me levanto, cago:
mis tres vegaditas hago.
Deja tu comentario