Muy enferma está Marica,
la hija de Andrés Chamorro,
de un gran dolor que le traba
vientre, cadera y lomos.
Dicen que su mal procede
de la picada de un bromo,
porque, lavando en la mar,
quiso meterse a lo hondo.
Otros dicen que, tendiendo
los palos en un madrouño,
cayó y metiose, al alzar,
un garrancho por el codo…
Y dicen que se le ha hecho
en la barriga un forondo,
y aqueste le crece y mengua
siete meses, y va en ocho.
Y aun al cabo de los nueve,
a la entrada del otoño,
cuando blandamente el cierzo
quita las hojas del olmo,
le vino un dolor agudo
tan pesado y malicioso
que por donde entró el pepino
se le reventó el forondo.
Echó la postema viva,
con admiración de todos,
y, envuelto en ella, un retrato
del cura Martín Forondo.
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