¡Triste el hombre que, de amor tocado,
pretende de llegar a ser querido!
¡Cuán barato serás aborrecido!
¡Cuán a tu costa te verás amado!
El día que quedaste enamorado,
quedaste a una mujer tan sometido
que vivirás a su querer rendido,
y aun esto han de juzgar alto estado.
¡Dichosa la mujer, a quien Natura
parcial se le mostró y aficionada,
dándole en el deleite tal ventaja
que, sin buscarlo, hay quien se le procura,
y aun porque le reciba es regalada,
con ser ella quien huelga, él quien entra!
—
Triste de ti si del amor tocado
pretendes allegar a ser querido,
cuán caro habrás de ser favorecido,
cuán a tu costa te verás amado.
El día que quedaste enamorado,
quedaste a tu mujer tan sometido
que vivirás en un querer rendido,
y aun esto has de juzgar por alto estado.
¡Dichosa la mujer a quien natura
parcial se le mostró y aficionada,
dándoles tal deleite y tal ventura
que es en buscando y quien lo procura
y aun porque le remedia es señalada
con ser ella quien gusta, él quien trabaja!
[Fuente: Roma. Biblioteca della Accademia Nazionale dei Lincei. Ms. Corsini, n. 970, ff. 182v-183r]
Parece evidente que, en la versión primera, la palabra de la rima del último verso (“entra”) no se ajusta a lo esperado. Propongo sustituirla por “encaja” (aunque semánticamente esta sustitución tampoco me convence).