Ya empieza a deletrear
Perico, el del bachiller,
porque, en sabiendo leer,
dice que ha de predicar.
Donde ve hermosas damas
da liciones, aunque aprende,
y con sus letras enciende
en sus pechos vivas llamas;
y quiere sobre las camas
dar liciones y tomar,
porque, en sabiendo leer,
dice que ha de predicar.
Y no lee ya tan mal,
pues todas las partes junta,
rigiéndose por la punta
de su apuntar sensual;
y es cosa muy desigual
lo que toma el estudiar,
porque, en sabiendo leer,
dice que ha de predicar.
Y trae consigo la pluma,
que quiere escribir primero,
y echa tinta en el tintero
de lo que della rezuma;
cada vez que ha de mojar,
porque, en sabiendo leer,
dice que ha de predicar.
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