Reprehende el auctor a un viejo porque a la vejez era enamorado
Yo estoy bien certificado
que agora, a vuestra vejez,
sois de nuevo enamorado:
de tantos años casado,
los aladares de pez.
Esto debe de causar
que os enhastía el pan casero
y, no pudiendo mascar,
os vais agora a buscar
otro rancho y agujero.
Si en ello tomáis solaz,
de ello se siguen mil daños,
y aun está escrito, si os plaz:
“Maldito el viejo rapaz
y el mochacho de cien años”.
Mucho más ardéis que brasa,
estos viejos mozalvillos,
teniendo la calva rasa,
sin poder cumplir en casa,
andáis a caza de grillos.
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