Ο Tú, que descompuesta, perdurable
eres, para mis ojos casi horrible,
punto menos, Belifa, de invisible,
pues tu aseo no vi jamás palpable.
Establo mujeril, desaire estable,
cuya eterna pereza es infalible
que en mi opinión te ha hecho aborrecible,
cuando adorno pudiera hacerte amable.
Airosa en borrador, triste Cuaresma,
con tu aliño a mi amor no pones corma
vestida en ti, ni escribe, ni se afirma:
Tus trapos de papel me darán resma,
si al instante de Adán tomo la forma,
y en Eva tan desnuda echo mi firma.
Deja tu comentario