CANCIÓN
—Abrázame y retózame,
marido mío,
daros he yo a la mañana
camisón limpio.
Marido de mi contento,
abrazadme, corazón,
que buena conversaçión
es medio mantenimiento.
Pues que tengo buen aliento,
tenelde conmigo,
y daros he a la mañana
camisón limpio.
—Perdóname, mujer mía,
que no estoy de vuestra gana;
dejaldo para mañana
o si no para otro día.
—Para agora lo quería,
que estoy con brío,
y daros he yo a la mañana
camisón limpio.
Marido, no estéis ansí
con tan sesudo sosiego,
sino como a vos me allego
allegaos vos para mí.
Calentaros aquí
que estáis muy frío,
y daros he a la mañana
camisón limpio.
—No [o]s curéis, mira, mujer,
de poner en embarazos,
que uno, dos y tres abrazos
que calor me han de poner,
—Yo [o]s quiero desenvolver,
marido mío,
y daros he a la mañana
camisón limpio.
Marido mío, midamos
quién tiene mayor la boca.
—Vos, mujer, decí, ¿estáis loca?
Callad agora y durmamos.
—Retocémonos en tramos
y seades vario,
daros he a la mañana
camisón limpio.
—Vos, mujer, de mis casillas
me habéis de hacer salir,
mas a pedir de cosquillas
os tengo aquí de engreír.
—Pues no puedo dormir,
velad conmigo,
daros he yo a la mañana
camisón limpio.
Marido, de vos me espanto,
¡tan presto sois tan travieso!
—No curéis de nada d[e] eso,
que no lo habíamos por tanto.
—Mas si así hacéis del santo
siempre conmigo,
daros he yo a la mañana
camisón limpio.
Aunque tarde en comenzar,
temprano os toma la prisa.
—Mujer, sabéis que me pesa
que se tiene de acabar.
—Torna vos a retozar,
marido mío,
daros he yo a la mañana
camisón limpio.
Deja tu comentario