Letrilla
Caracoles havéis comido
y mal os han hecho,
menester os havéis sangrar
de la vena del pecho
Mil remedios conocidos
hay para poder hacer,
pero, para poder desmoler
los caracoles comidos,
todos los miembros tendidos
y los ojos en el techo,
menester os havéis sangrar
de la vena del pecho.
Hay un remedio no malo
que causa effectos muy nuebos,
qu’es la clara de los huebos
desecha en agua del palo;
y si el gusto en tal regalo
no quedare satisfecho,
menester os havéis sangrar
de la vena del pecho.
Por sacar el mal del centro
tomad unas aceitunas
y comeldos en ayunas
tres de los que tiene dentro;
y si allá al postrer encuentro
no queda el humor desecho,
menester os havéis sangrar
de la vena del pecho.
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