COPLAS DE PERÁLVAREZ DE AYLLÓN A UNA MUJER QUE SE LE ENCARECIÓ Y DESPUÉS VÍNOLO A OTORGAR POR UN DUCADO; Y ÉL, ANTES DE LA TOCAR, ENVIOLE ESTAS COPLAS
Con mi crecido cuidado
he sabido de vos cierto
que os vence más un ducado
que el más lindo requebrado,
que anda por serviros muerto;
y, pues no valen suspiros,
quiero, señora, deciros
que abráis pública tienda,
porque no yerre la senda
el que viniere a serviros.
Nadie, con mucho quereros,
no cure de andar a caza,
ni vos curéis de esconderos,
que lo que cuesta dineros
de venderse tiene en plaza.
Y cierto con este engaño
yo recibí mucho daño;
mas aquí la culpa es vuestra,
porque mostráis una muestra,
después vendéis otro paño.
Yo os pensaba de agradar
y andaba al revés la rueda;
yo os servía con suspirar,
con músicas y trobar;
vos queríaislo en moneda.
Y pues que distes señal,
perdonadme si hablo mal,
que yo cierto he sospechado
que, aunque demandéis ducado,
no desecháis el real.
Y por aquesto no quiero
seguir más vuestros reveses,
porque, aunque soy extranjero,
no había de ir por el rasero
que pasan los genoveses*.
Y, siendo vos de tal trato,
cuanto me congojo y mato,
tanto es mayor menosprecio;
y, pues la cosa anda en precio,
yo os espero más barato.
Deja tu comentario