Diabólica imagen, pues tienes poder,
dame tu rabo, * qu[e] el miembro me avise,
le palpe, le tome, le ar[r]astre, le pise,
le fuerce, le abive, con grande saber”.
Esto le dixe, y le oí responder,
en boz que parece la de Sant Ilario:*
“Con luengos cojones, como un encensario,
tú, Diego Fajardo, ¿qué puedes hazer?”.
El poema es una recreación paródico-erótica de un conocido texto de Juan de Mena:
“Angélica imagen, pues tienes poder,
dame tal ramo por donde me avises,
qual dio la Cumea al fijo d’Anchises
quando el Erebo temptó desçender”
le dixe yo luego, e le oí responder:
“Quien fuere constante al tiempo adversario
y más non buscarte de lo neçesario,
ramo ninguno no avrá menester.” (estrofa XXVIII, Laberinto de fortuna, ed. Miguel Ángel Pérez Priego, Barcelona, Planeta, 1989)
En la “Carajicomedia” (ed. Álvaro Alonso, Málaga, Aljibe, 1995) se nos explica quien era presuntamente este san Ilario del moema paródico (“D’este Sant Ilario se lee en el Tripas Patrum * ser un rústico vaquero, * llamado Satilario por ser gran saltador. * El cual, estando un día en un peñascal, con grande dolor de las ingres, * tendidas las espaldas en tierra y untándose el vientre y ijadas con manteca, * con la flotación de la mano y calor del sol alçósele la verga. Y estando en esto fue caso que un diablo que passava por allí a tentar un santo hermitaño”.