Las obras del honrado Diego Moreno

Cancion

Dios que me guarde
mi Diego Moreno
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Dios me deje ver logrado
a mi Diego pues consiente
que hable con toda gente,
y vaya, y venga al mercado.
Y si lo envio cargado
viene más recio que un trueno
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Merendando este verano
vido cierta compañia
de mozuelos a porfia
que me apretaban la mano.
Y el por ser bobazo, y sano
en simplicidad terreno
que nunca me dijo
malo ni bueno.

No es mi diego entremetido
ni de mala condición,
si no fuera de razón,
y tan negro resabido:
que de puro comedido
habla lo suyo y lo ajeno:
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Procura de contentarme
solo por no darme enojo,
que antes se sacara un ojo
que pensar desagradarme.
Sale se en ver retobar me
con las manos en el seno:
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Fue me a buscar el cuytado
por arroyos, membrillares,
y hallo me el quita pesares
con un hombre reboçado.
Viome el manto recamado,
todo de cadillos lleno,
que nunca me dijo
malo ni bueno.

De pocos días acá
soy aficionada a huertos,
donde mis placeres ciertos
recibo acá y aculla.
De esto nada se le da
a mi buen Diego Moreno,
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Por ser Diego tan mansito
y casi medio grosero
tiene entrañas de carnero,
y corazón de cabrito.
En fin, que en dalle un besito
todo cuanto quiero ordeno,
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Estando en mi casa un día
mi Diego vino de fuera,
asomosé a la escalera,
preguntó si subiría.
Tate, no por vida mía
que está el aposento lleno,
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Queréis ver si es pecador
que le dije un día a tiento,
catad que mala me siento,
no durmáis comigo amor.
Y pues hace gran calor
dormir podéis al sereno
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Vine una noche cansada
de gallinas bien rellena,
y mi Diego para cena
tenía solo ensalada.
Dije le muy enojada
cenad vos, que yo no ceno,
que nunca me dijo
malo ni bueno.

Hice le vn dia barrer
limpiar, colgar las parrillas,
y fregar las escudillas
enjabonar, y cerner,
Y hacer, y deshacer
la cama, y coger el heno
que nunca me dijo
malo ni bueno.