En invierno un galán, a la orilla del río,
vio una moza descalza estar lavando,
y díjole: “Yo estoy considerando
cómo podéis lavar con este frío”.
Ella responde, con donaire y brío,
más abajo del ombligo señalando:
“El fuego tengo aquí, que calentando
me está más que no el sol por el estío”.
Viendo la respuesta, se endereza,
entre las piernas él [la] mano esconde,
y díjole: “Enciéndeme estos carbones”.
La moza astura [sic] baja la cabeza
y, con viento corru[p]to, le responde
diciéndole: “Sopladme estas razones”.
Deja tu comentario