LETRA
No sé qué me tengo en el calcañal
que no puedo andar.
Madre, la mi madre
una ansia me da,
de ver a don Diego
que me hace llorar.
Yendo el otro día
en la iglesia entrar,
mil cosas me dijo
muy en puridad.
No le respondí,
que pareçe mal,
si bien con los ojos
le di qué pensar.
Turbome de suerte
que, al querer entrar,
en mi propia saya
llegué a tropezar.
Que no puedo andar.
Desde aqueste día
tan herido está
el pie que no puedo
llegarlo a sentar.
Pícame una cosa
al llegar a andar
que al ser en el pecho
fuera zaratán.
El zapato todo
le he hecho picar,
aunque es porfiando
pudiera pasar.
Dos piñas me hicieron,
y aunque por detrás,
el alma me pican
como al cordobán.
Que no puedo andar.
Decía yo, triste,
sabañón será,
pero en la hinchazón
ha llegado a más.
Por la pierna arriba
sube sin parar,
queriendo la liga
dulce profanar.
Y aún creo que aspira
a querer llegar
al blanco retiro
donde amor está.
¡Ay madre!, ¿qué haré?,
que rayos me dan
que me hacen a veces
llegar a saltar.
Que no puedo andar.
Cuando me lo veo
me muero en pensar
y habiéndole visto
me llega a matar.
Porque son sus ojos
fuego de alquitrán,
que lloro y no puedo
la llama aplacar.
No pensé sufrir
sólo la mitad,
porque lo es del alma
si digo verdad.
Llámemelo, madre,
o irele a buscar,
que yo sé que tiene
con que me sanar.
Que no puedo andar.
Deja tu comentario