—iQue no me desnudéis,
que yo me yré en camisa.
Entrastes, mi señora,
en el huerto ajeno,
cogistes tres pericas
del peral del medio:
dejaredes la prenda
de amor verdadero.
—iQue no me desnudéis,
que yo me yré en camisa.
Entrastes, mi señora,
en el huerto ajeno,
cogistes tres pericas
del peral del medio:
dejaredes la prenda
de amor verdadero.
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