Rapándoselo estaba cierta hermosa,
hasta el redondo ombligo arremangada,
las piernas muy abiertas, y asentada
en una silla ancha y espaciosa.
Mirándoselo estaba muy gozosa,
después que ya quedó muy bien rapada,
y estándose burlando, descuidada,
metiose un dedo dentro de la cosa.
Y como menease las caderas,
al usado señuelo respondiendo,
un rápido sabor le vino luego.
Pero viendo después no era de veras,
dijo “¡Cuitada yo! ¿Qué estoy haciendo?
¡Qué no es esta la leña de este fuego!
Rapándoselo estaba cierta hermosa,
hasta el ombligo toda arremangada,
las piernas muy abiertas, y asentada
en una silla ancha y espaciosa.
Mirándoselo estaba muy gozosa,
después que ya quedó muy bien rapada,
y estándose burlando, descuidada,
metiose el dedo dentro de la cosa.
Y como menease las caderas,
al usado señuelo respondiendo,
un cierto saborcillo le dio luego.
Mas como conoció no ser de veras, dijo:
“¡Cuitada yo! ¿Qué estoy haciendo?
Que no es esta la leña deste fuego”.
Rapándoselo estaba cierta hermosa,
hasta el ombligo toda arremangada,
las piernas muy abiertas, y sentada
en una silla baja y espaciosa.
Mirándoselo estaba muy golosa,
después que ya quedó muy bien rapada,
y estándose burlando descuidada
metióse el dedo dentro de la cosa.
Y como menease las caderas,
y el usado señuelo respondiese,
un cierto saborcillo sintió luego.
Pero viendo que al fin no era de veras
dijo “¡ay, cuitada, ¿qué estoy haciendo?
Que no es esta la leña deste fuego”.
(Roma. Biblioteca della Accademia dei Lincei, Cancionero Corsini n. 970, ff. 172r-172v)
Forma parte del Jardín de Venus.