Suele un refrán decir muy verdadero
“perdida es la lejía en el pollino,”
y “por demás la cítola al molino
si acaece ser sordo el molinero.”
Pero más claro hablar, señoras, quiero
y dalles a entender que estoy mohino
del término que sólo es de ellas dino,
por ser tan sin razón y tan grosero.
El melindre, señoras, agradezco,
si, porque su respuesta he deseado,
hacen melindre de lo que desean;
mas, porque en cuánto las estimo vean,
con sus mercedes a limpiar me ofrezco
lo que con sus papeles he limpiado.
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