A LA TELA DE JUSTAR DE MADRID
-Téngoos, señora Tela, gran mancilla.
-Dios la tenga de vos, señor soldado.
-¿Cómo estáis acá afuera? -Hoy me han echado,
por vagabunda, fuera de la villa.
-¿Dónde están los galanes de Castilla?
-¿Dónde pueden estar, sino en el Prado?
-Muchas lanzas habrán en vos quebrado.
-Más respeto me tienen: ni una astilla.
-Pues ¿qué hacéis ahí? -Lo que esa puente,
puente de anillo, tela de cedazo:
desear hombres, como ríos ella,
hombres de duro pecho y fuerte brazo.
-Adiós, Tela, que sois muy maldiciente,
y esas no son palabras de doncella.
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