PREGUNTA
Una mañana vi cierta doncella
con un palmo en la mano, que quería
metérsele con tiento donde ella
de pelo, por entonces, se cubría.
Metiole por la punta y hizo mella
en las partes pobladas do asistía;
tanto quedó contenta la señora
que se lo piensa meter de hora en hora.
Desengaño: Una dama que con un partidor
se partía una mañana la crencha y
hacía aquella señal entre los cabellos
con lo que vosotras decid sospecháis.
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