Dotrina de marido paciente
Romance
Selvas y bosques de amor,
dehesas, sotos y campos,
quien os cantaba soltero
os viene a mugir casado. *
La lira de Medellín *
es la cítara que traigo,
y son falsete con todos *
de la capilla del Pardo.
De puro casado temo,
si me escondo, o si me tapo,
que los que no me conocen
me sacarán por el rastro.
Conocístesme pastor,
conoceréisme ganado:
tan novillo como novio,
tan marido como gamo.
Mas ¿qué no hará en la hambre de un hidalgo
moza y casamentero y dote al diablo?
Bien puede ser que mi testa
tenga muchos embarazos;
mas de tales cabelleras
hay pocos maridos calvos.
También he venido a ser
regocijo de los santos,
pues siendo atril de San Lucas,
soy la fiesta de San Marcos.
Trueco mi consentimiento
por doblones muy doblados,
y se los quito tan gordos,
si me los ponen tan largos.
Del que mi casa visita,
murmuradores villanos
dicen que me hace ofensa,
y el pobre me hace el gasto.
Mas ¿qué no hará en la hambre de un hidalgo
moza y casamentero y dote al diablo?
Consentir lo que ha de ser
es mohatrero recato;
y rehusar lo forzoso,
empobrecer el agravio.
Yo como de lo que sé,
como hacen los letrados:
animal por animal,
mejor es buey que no asno.
No me declaro del todo;
pero traslúzgome tanto,
que, por medroso que sea,
ningún dinero acobardo.
Para que nadie me tema,
todos mis poderes hago:
que el espantar a la gente
es habilidad del diablo.
Mas ¿qué no hará en la hambre de un
moza y casamentero y dote al diablo?
Si el honor hace gran sed,
y el sufrimiento Buitragos,
mi pelo sea cornicabras;
ladren mi brama aun los bracos.
El ceño no ha de estorbar,
sino encarecer el caso:
que esposos de par en par
empalagan el pecado.
Ándense poniendo nombres
los celosos por mi barrio;
que yo me iré por el suyo
más ahíto y menos flaco.
El carnero es quien le compra,
a falta de más regalo;
yo como aparecimientos,
y soy perdices y pavos.
Mas ¿qué no hará en la hambre de un hidalgo
moza y casamentero y dote al diablo?
Mormuren detrás de mí,
mientras la hacienda les masco;
que es pulirme, y no ofenderme,
el roerme los zancajos.
Galanes de mi mujer
se llaman unos hidalgos
a quien llamo provisores,
a quien tengo por vasallos. *
Si dicen que han de correrme
en una fiesta este año,
más quiero morir en fiesta
que no vivir en trabajos.
Ser bienquisto de mujer
es mérito cortesano;
que son cuaresma los celos, *
y la honra es el traspaso. *
Mas ¿qué no hará en la hambre de un hidalgo
moza y casamentero y dote al diablo?
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